Editora ama de casa

Mientras ejerzo de editora en casa, a la búsqueda de nuevos talentos por internet, saltando de link en link, añadiendo favoritos y etiquetas de «leer más tarde», revisando mails… también ejerzo de ama de casa, pongo lavadoras, podo las plantas de la terraza, frego los cacharros de la noche anterior, doblo yo sola sábanas dobles…

Entre mail y mail, me da tiempo incluso a sumergir una toalla blanca en agua con lejía, para intentar quitar unas manchas impertérritas. Froto y froto y no hay forma. El agua con lejía huele a piscina, a cuando aprendíamos a nadar agarrándonos a tablas flotadoras de color azul y blanco. Entonces todo eran pequeños logros: mantenerse a flote, avanzar un par de metros, de espalda, estilo crol, llegar por fin nosotros solos al otro lado de la piscina, comenzar a hacer largos uno tras otro, uno tras otro… Aprender a nadar era importante. Nunca se sabía si algún día nos caeríamos de un barco o si una ola se nos llevaría en la playa o una corriente en el pantano. Éramos de interior, los viajes a la playa eran eso, auténticos viajes, aunque no estuviera a más de hora y media en coche, la distancia psicológica era abismal. Además, en la playa siempre llovía. Deba, San Sebastián, Zarautz… en mi memoria de entonces siempre estaban teñidos de un leve txirimiri, fuera la época del año que fuera. Las excursiones de los fines de semana eran al pantano, al río para asar pimientos o a las piscinas descubiertas de Gamarra. Saber nadar nos mantenía a salvo.

No me he puesto guantes, las manos se me han quedado un poco tirantes y su olor me recuerda al de las de mi madre cuando nos lavaba las cosas a mano. Ayer las manos me olían a limón y me recordaban a Lisboa. Esta mañana, desayunando en la hamaca un batido de chocolate, pensaba en Nicaragua. Ninguno de estos lugares existía cuando aprendía a nadar. Cada paso sigue siendo todavía un pequeño logro.

3 comentarios

paola vaggio agosto 23, 2009

Nuria, qué bueno, te estaba imaginando con las sábanas hecha un lío para al final acabar como un fantasma XD (¿No serás tú el de la costa atormentada?) Bueno, Nuria, ahora los corchos para aprender a nadar son rollo gay, con los colores del arcoiris y todo eso. Ahora entiende todo quisqui… desde luego, qué poca exclusividad XD

Tenemos que vernos eh. Acabo de recordar el día que nos conocimos. Hay una entrevista a Peri Rossi en fcompany.blogspot.com

Me ha gustado verte de chiquitilla cruzando el pantano.

Pásame el link de alguno de esos nuevos blogs nuevos.

Me gusta que escribas!

nita agosto 29, 2009

nuri que bien que estes escribiendo

un beso gordo gordo!!!

muaaaaa

jujuju septiembre 3, 2009

mi guapa hoy se ha caído de la hamaca 😛 a mi también me encanta que escribas

Deja una respuesta