Momento «Paul Auster»

Hoy por fin he podido quedar con Myriam Mercader, que ha publicado un artículo en Iguazú n.28 sobre su afortunado y casual encuentro con Paul Auster en Nueva York. Toda nuestra conversación, como no podía ser de otra manera, ha girado alrededor del azar y las cosas que suceden muchas veces sin prestarles atención, pero que parecen llevarnos en una dirección clara.

Así, he acabado hablándole de Casa Tía Julia (esa locura en la que me he metido) y es cuando ella me ha comentado que precisamente el personaje de la novela que está escribiendo se llama «Julia», por ser un nombre muy vinculado a sus generaciones antepasadas. Por si no fuera poco, al hablarle de la pared empapelada de manera absolutamente kitch que yo quiero conservar igual (mejor dicho, no «igual», sino que quiero conservar «el mismo»), me ha preguntado: «¿no será de color amarillo?» y sí, claro, ese papel es de color amarillo (de flores amarillas). Entonces me ha citado el relato «The yellow wallpaper«, que yo no conocía y que a ella le ha venido a la cabeza cuando le explicaba sobre la casa. En fin, todo muy «Paul Auster», con una cosa llevándonos a otra y tirando tan a gusto del hilo. Nunca me cansaré de decir que estas conversaciones son lo que compensan todo el esfuerzo de seguir con Iguazú en marcha.

habitación casa tia julia

3 comentarios

Emilio octubre 6, 2012

Julia? Los cuidados de Julia también, no? 🙂

María octubre 6, 2012

Después de ahora sí, ahora no, ya estoy harta… Voy a comprar la casa de mis bisabuelos. Es una realidad que está cerca, cerca.

Elena octubre 12, 2012

Nuriii…que yo salgo en esa foto, jajaja

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