Acabo de leer una anécdota sobre Carmen Martín Gaite en el blog Lee Tamargo del libro «Cuando llegan las musas» (Raúl Cremades y Angel Esteban, 2002) y dada mi afición a viajar en autobús y charlar con la gente en cualquier lugar, no me resisto a copiarla aquí:
«En una ocasión -cuenta su hermana-, iba yo con Carmen en el autobús, y una señora se dirigió a ella mostrando su sorpresa por encontrarse a una escritora conocida a su lado:
-Pero, ¡usted es Carmen Martín Gaite!, ¿no?
-Sí -le respondió ella con naturalidad.
-¿Y usted viaja en autobús?
-Señora, ¿usted me lee? -le preguntó Carmen a su vez.
-Sí -le dijo la mujer.
-Entonces, cómo quiere usted que todo lo que yo cuento suceda en otra parte que en la calle. Si no tomo este autobús o el metro, no me entero. Si no entro en los cafés o hablo con los camareros, no podría escribir lo que usted ha leído.»
Un comentario
Era un genio; lo demostraba hasta en el autobús!