Poemas de Begoña Abad o por qué la poesía es un arma cargada de futuro

Cómo aprender a volar - Begoña Abad

Hoy @MargaOjeda me preguntaba dónde están los poetas hoy en día, y si eran conscientes de su obligación de dar palabras a los que no las tienen y entonces le he mencionado unos cuantos nombres y me animo ahora a copiar aquí unos poemas de una poeta excelente, Begoña Abad, que escribe mientras trabaja de portera en un edificio cualquiera de Logroño. Todos estos poemas pertenecen al libro Cómo aprender a volar (Ed. Olifante. 2012.). Yo lo compré en la librería Macondo en Soria, donde siempre encuentro joyitas. Aquí se puede pedir a la editorial Olifante.

 

TENER TRABAJO te asegura:
alguien que dirá ser tu superior,
alguien que decidirá lo que te conviene,
alguien que te envidiará,
alguien que siempre te enmendará la plana,
alguien que siempre lo hubiera hecho mejor,
alguien que te pedirá la vida a cambio de un ascenso,
alguien que te respetará mucho si obedeces sin preguntar,
alguien que te paga como si le debieras algo,
alguien que nunca estará satisfecho,
alguien que te perdonará la vida en cada fallo,
alguien que te recordará el puesto que ocupas,
alguien que te palmeará la espalda que luego te apuñala,
alguien que lleva corbata de seda, pero soporta mal que la lleves tú,
alguien que te exigirá lo que no se atreve a exigirse,
alguien que te hará invisible.
¿Por qué dicen que el trabajo dignifica?

HACEN AUTOPISTAS que no inauguran.
Cosen alta costura que no vestirán.
Limpian las casas que no habitarán.
Cultivan jardines que no pasearán.
Cuidan a los ancianos que no testarán a su favor.
Recogen cosechas que nunca serán suyas.
Vendimian uvas cuyo vino no beberán.
Son los invisibles ojos que nos miran,
en un mundo repartido en dos mitades desiguales.
Todos sabemos para qué han nacido los insignificantes
y asusta pensar qué pasaría si faltaran.

NUNCA HICE carrera,
así que nunca fui nadie importante.
Porque vivir feliz no cuenta
y vivir sin especular tampoco.
Aprender a respetar la vida
como el bien más preciado,
no sólo la mía, también la de los otros
y hacerlo con la conciencia
de estar edificando algo sólido y hermoso,
sin escatimar en materiales ni en tiempo,
eso no cuenta en medio del caos,
el sálvese quien pueda.
No hice carrera porque cuidé de mis padres
y luego de mis hijos
y cuando acabé de hacerlo
aprendí a cuidar de mí
y eso me llevó mucho tiempo,
porque me había olvidado de lo que quería.
Una mujer de mi edad y sin carrera
no puede llegar a ser nadie importante,
sin embargo a mí no me importa
nada de lo que les importa
a los que imponen las normas
que permiten que el mundo
sea un pozo de desdicha oscura.

QUÉ HAREMOS los que nunca
saldremos en portadas de lujo,
los que gastamos tan sólo calderilla
y los que no atamos los versos
en líricas reales octavillas.
Los que no compramos más obra
que la del pintor sin corte
los que leemos la prensa gratuita.
Los que nunca fuimos a París,
ni sabemos lo que es volar en busines
porque somos turistas de bajo coste.
Qué haremos los que nunca tendremos
una foto con el rey o el ministro
los que no conoce ni cristo
porque trabajamos a turnos
o a destajo, en la obra de vivir
sin esperar más lujo
que hacerlo a pierna suelta.
Qué haremos los que creemos
que vivir es posible sin explotar a nadie
y que no hay más ganancia
que la de reconocernos siempre
cuando miremos al otro.
Qué haremos los que nunca
justificamos la guerra
aunque pongan banderas
en nuestro territorio.
Qué haremos los idiotas
que aún tenemos fe
en la naturaleza humana
contra los tiburones y las alimañas
que habitan la tierra
y los que abrimos puertas
en cada esquina
y dejamos la ventana abierta
como en noche de reyes,
cada día del año, sin zapatos, sin carta,
por sólo el placer de la espera.

Post editado para añadir un poema más

DEBERÍA HABERME aflojado la conciencia
no tengo edad para estrecheces
ni para el insomnio que me produce la injusticia.
Debería vestirme de mayor
y cuidar no me contagien la alegría
los que aún la conservan.
Debería hacerme un seguro
por si vivo lo suficiente
a pesar de tragar tanto veneno.
Debería dejar de hacer el amor
no vayan mis nietos a descubrirme
y me pidan consejo.
Debería dejar la pancarta de oponerme
al sistema por sistema
y a sus aberraciones.
Debería hacerme cómplice de los que ganan
para comer con ellos la sopa boba
en lugar de hacerme una de sobre.
Debería dejar de escribir poemas
que nunca verán la luz en Hiperión
ni estarán en la lista de los elegidos.
Pero dejar estas cosas,
ahora que empiezan a gustarme,
me jode tanto…

8 comentarios

María agosto 24, 2012

Me han encantado las tres poesías. ¡Qué manera tan bonita de escribir la cruda realidad!

Marga agosto 24, 2012

Fantástico. Espero que sigas argumentando de forma tan aplastante. Gracias.

F. Larios agosto 27, 2012

Muy auténtica. Me ha gustado mucho. Gracias por compartir.

araceli septiembre 27, 2012

una joyita, nuria rita, tienes razón, me encanta.

araceli septiembre 27, 2012

por cierto nuria rita sebastián de lo que tu ya sabes (araceli cobos) al habla, donde te metes??? mil besos desde múnich!!

Mar octubre 21, 2012

¡Me ha encantado! Claridad absoluta y belleza sincera

Sonia Malowicki diciembre 23, 2017

Tienen la sencillez y la profundidad!

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