Vidas paralelas

Como mi nuevo trabajo no tiene absolutamente nada que ver conmigo, el hecho de que yo me hubiera encontrado con la hermana de Carmen Martín Gaite en un autobús no impresionó demasiado a las dos únicas personas a las que intenté contárselo tímidamente. Una me preguntó quién era la Gaite y el otro sólo me dijo «ah, bien». El trabajo, a pesar de todo, me parece interesante y creo que no lo hago mal, y con los compañeros de oficina me llevo bien, así que me resigno a llevar una vida paralela: eficiente directora de contenidos de un tema que no tiene nada que ver conmigo durante 8 horas y editora con carrito durante el resto.

El otro día le pasé a un colaborador el link de este blog con mis complementos de Firefox favoritos, porque alguno le iba a venir bien para ciertas tareas. Hoy nos hemos vuelto a reunir y entre una cosa y otra me ha dicho «me gusta tu blog», y me ha mencionado el post sobre la Gaite, porque a él le obligaron a leer Retahílas en C.O.U y fue un libro que le sorprendió mucho. Le he contado lo increíble que ha sido para mí ese encuentro con su hermana y él ha citado mi post, diciendo que sí, que realmente parecía todo una conjunción del destino.

Ha sido una conversación breve y rápidamente hemos vuelto al tema que nos ocupaba, pero es la primera vez en este nuevo trabajo en el que se han juntado mis dos vidas, y ya sólo con eso hoy he vuelto contenta a casa.

Un comentario

emilio noviembre 11, 2008

bueno nuria, a mi también me cuesta mucho eso pero cuando encuentras a alguien que parece que si… buah, es mucho mejor, eso mismo que acabas de decir, que te vuelves contento a casa

no me atendió irantzu pero la leí en una entrevista que trabajó en Taifa, te has fijado lo guapa que es?, y su libro lo leeré muchas veces, que recomendación más buena me hiciste, me ha servido para recordar cosas que tenía ahí olvidadas sobre la tristeza, la soledad y esas cosas tan mal vistas

un abrazo, te veo pronto y así nos decimos lo bueno que es los cuidados de julia 🙂

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