El oficio de escribir

Del libro «Las pequeñas virtudes», de Natalia Ginzburg

Cuando escribo algo, suelo pensar que es muy importante y que yo soy una gran escritora. Creo que a todos les ocurre igual. Pero hay un rinconcito de mi alma donde sé muy bien y siempre lo que soy, es decir, una escritora pequeña, muy pequeña. Juro que lo sé. Pero no me importa mucho. […] Prefiero creer que nadie ha sido nunca como yo, por pequeña escritora que yo sea, aunque como escritora sea una pulga o un mosquito. Lo que sí es importante, en cambio, es tener la convicción de que es justamente un oficio, una profesión, algo que se hará toda la vida.

5 comentarios

nieve julio 21, 2009

Grande o pequeña ser una escritora es ya bastante… es un oficio tal como dice del que a veces no puedes desembarazarte…no la conozco a la señora no puedo opinar de su grandeza o pequeñez…

nuria julio 21, 2009

Nieve, Natalia Ginzburg es una de las grandes referencias de la literatura italiana en el siglo XX, ha sido un modelo para muchos, incluida nuestra también grande Carmen Martín Gaite… precisamente por eso cobra más valor este texto, y el ensayo completo «Mi oficio» incluido en el libro «Las pequeñas virtudes» no tiene desperdicio, cada frase contiene una verdad íntima, y cada verdad está construida con sabias palabras de artesana

Sonia julio 22, 2009

Estoy totalmente de acuerdo, a un escritor no lo hace sus ventas millonarias o minoritarias, a un escritor lo forma sus ganas de oficio.

Un beso súper.

Sonia.

la guapa julio 22, 2009

Es una delicia de libro igual que tus «tamaños nuria» que són pequeños sorbos de te, «te boníssim» 😉

Marta julio 22, 2009

La grandeza de un escritor está, precisamente, en no creerse grande. El mundo está lleno de mediocres que van por ahí alardeando de lo que no son. Y suelen ser los grandes los que dan lecciones de humildad.
Hay que saber valorar las cosas pequeñas, en ellas reside la grandeza del universo.

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