El sábado tenía dos llamadas perdidas en mi móvil de un número raro que, por el prefijo (gracias Google) parece ser de Corea del Sur. Si fuera así, sólo podría haberme llamado una persona. Me ha gustado imaginar que alguien a quien conocí en un lugar muy distinto, me recordaba todavía desde un país tan lejano. Me puse a ver fotos antiguas y pensé «tengo que decirle que ahora llevo falda».
(Si lees esto, mándame un mail, aunque las llamadas hayan sido una rara coincidencia y el prefijo no sea de Corea del Sur).