Algunos apuntes sobre el María Moliner (y la opinión de Martínez de Sousa)

Hacía años que tenía este libro aparcado en la estantería y me ha dado por retomarlo hoy, justo por el capítulo de mujeres que en la década de los 50 optaron por ese exilio interior.

[El exilio interior. La vida de María Moliner]

Que un día una señora se sentara en el salón de su casa y se pusiera a escribir ella sola un diccionario me parece una de las cosas más increíbles que han sucedido en este país.

«Estando yo solita en casa una tarde cogí un lápiz, una cuartilla y empecé a esbozar un diccionario que yo proyectaba breve, unos seis meses de trabajo, y la cosa se ha convertido en quince años».

Lo del «solita» es lo mejor, porque María Moliner no usaba las palabras a la ligera y no daba puntada sin hilo.

La polémica sobre el diccionario y las ediciones posteriores a 1998

No sé si conocéis que hay polémica con respecto a las nuevas ediciones (ojo, las publicadas después de 1998) porque uno de sus hijos asegura que la editorial Gredos rompió la idea original de su madre y que lo que se vende y publica ahora ya no es el original tal y como lo concibió ella. Hay una web dedicada a esto http://mariamoliner.com

En una carta al director que apareció en varios medios y que se cita en esa web un familiar se queja de que no se respeta la idea original de su abuela y pone 3 ejemplos.

Sin embargo, José Martínez de Sousa (quienes me leéis hace tiempo ya sabéis que para mí lo que diga Martínez de Sousa va a misa) en esta respuesta a un email opina que el diccionario sigue manteniendo la esencia de María Moliner y que además se mejora el diccionario. Aquí están sus argumentos (copio la respuesta entera por si se pierde el link a la original):

Re: Sobre el nuevo Maria Moliner

Jose Martinez de Sousa (sousa@tsai.es)
Sun, 13 Dec 1998 11:24:54 +0000
EVA Estela PF escribió:

> Hola forofitos:
> ¿Habéis leído la carta de uno de los nietos de Maria Moliner en La Vanguardia de ayer viernes?

> Me pareció interesante el punto de vista de este señor, porque por lo visto en la nueva edicion no se ha respetado para nada el espíritu con el que la autora hizo el diccionario.

Tengo la carta de este señor (yo la leí en El País; se ve que la ha esparcido). De ella, y de lo que anteriormente se ha publicado por algunos miembros de esa familia, se deduce claramente que ahí hay un problema de derechos de autor, es decir, de intereses crematísticos, no de cuestiones lexicográficas (que también las hay, pero de otro orden). Y no es cierto que no se respete nada del espíritu de la autora.

> De entrada, no se respeta el orden etimologico, y se substituye por el alfabetico usual;

El orden no era más etimológico que el que pueda haber ahora. El orden era por familias de palabras, pero, como siempre que se ha aplicado ese sistema (por ejemplo, la Academia Francesa en la primera edición de su diccionario, 1694), lo que se hace en la siguiente edición de la obra es abandonarlo (así lo hizo también la Academia Francesa en su segunda edición). ¿Por qué sucede esto? Porque las familias de palabras y el orden alfabético se llevan mal. Por ejemplo, en la primera edición de Moliner, bajo grupo aparece grupeto, pero agruparse, agrupable y agrupación (por este orden, además) aparecen bajo agrupar, siendo así que todos ellos deberían aparecer bajo grupo. Es solo un ejemplo, pero hay muchos más. Es decir, que el sistema es imperfecto, y por consiguiente utilizándolo no se hace ningún favor al usuario, que lo que quiere, cuando consulta un diccionario, es dar con la palabra lo más rápidamente posible.

> además se han modificado las definiciones (el ejemplo que pone es el de la definición de ‘día’, se define día como el tiempo que tarda la tierra en girar sobre su eje, en lugar del tiempo que tarda el sol en dar una vuelta entera a la tierra, que era la definición original).

Yo puedo comprender el amor y la veneración del nieto de Moliner por su abuela. Pero no me parece de recibo que trate de justificar un craso error que sin duda su misma abuela había lamentado. Se ha explicado más de una vez la causa de ese error: Moliner confiesa haber tenido a la vista el DRAE de 1956; pues bien, en esa edición la Academia define así la palabra día: «Tiempo que el Sol emplea en dar aparentemente una vuelta alrededor de la Tierra». Moliner, que trató de mejorar las definiciones académicas (y lo consiguió con creces), aquí tuvo un fallo y escribió: «Espacio de tiempo que tarda el Sol en dar una vuelta completa alrededor de la Tierra». Es un error garrafal (y hay otros en esa definición), imbuido por esa desgraciada definición académica, a la cual basta eliminar la palabra «aparentemente» para que quede el mismo disparate. Pero, siendo lamentable, no es defendible. Dice el nieto: «La definición que dio María [Moliner] de la palabra «día» era realmente genial y comprometida, sintetizaba toda la filosofía y la intención del diccionario». Bueno: solo faltaba leer esto… Añade: «¿Cómo debería decirse entonces que «el sol sale»?». Vaya por Dios… Y es que su abuela, su por nosotros admirada abuela, ni siquiera puso lo de «aparentemente». Creo que los errores hay que lamentarlos y, si se puede, explicarlos, pero no defenderlos. Lo de la filosofía del diccionario quintaesenciada en ese error es otro disparate.

> y los criterios de ejemplos y de uso, etc. incluso la filosofia del diccionario, son totalmente distintos.

Me lamento yo de que eso que afirma no sea así. El equipo de lexicógrafos que ha revisado, actualizado y enriquecido el Moliner no fue tan lejos como yo hubiera deseado. Por ejemplo, no corrige, ese equipo, la definición de sillón: «Asiento de brazos, generalmente mullido». Eso mismo lo es el diván; por consiguiente, habría que haber definido sillón de forma más completa para que no sea aplicable a otros asientos parecidos.

También se queja el nieto de que el Moliner cuente ahora con palabras malsonantes, que su abuela evitó. No fue este un acierto por parte de doña María, y tengo entendido que camabió de parecer después de publicada su obra.

En efecto, las que suelen llamarse voces malsonantes existen desde hace mucho tiempo (algunas se remontan al latín) y hay que hacerlas constar, tanto más cuanto que muchas de ellas tienen acepciones por extensión que ya no se refieren al primer significado. Por ejemplo, joder ya no es solo fornicar, sino también fastidiar, y esta acepción debe recogerse. Además, eso enriquece el diccionario y su inclusión en él no merece lamentos, sino al revés.

> Argumenta el Sr. Moliner que este nuevo volumen debería recibir otro nombre, ya que es una obra de la editorial Gredos que poco tiene que ver con el original Diccionario de uso del español de Maria Moliner, que todos conocemos. O sea que de actualización nada de nada…

No me parece cierto. La obra sigue siendo la de Moliner (cuestiones de derechos y herencias aparte). Ya dije antes que lo sigue siendo más allá de lo que a algunos nos hubiera gustado. Creo, además, que en el futuro este diccionario debería seguir llamándose el Moliner, lo actualice quien lo actualice, porque es una joya en la que todos nos miramos con el orgullo de haber tenido una eximia lexicógrafa que le ganó la mano a la Academia e hizo el mejor diccionario de lengua que aún hoy existe en español (con actualización y sin ella, pero mejor con la actualización).

Con todo, tiene esta nueva edición cuestiones con las que estoy en absoluto desacuerdo, pero creo que no es momento para afrontarlas. Me interesaba solamente salir al paso, como información, de las declaraciones escritas de ese señor que se firma «Olivo Ramón, nieto de María Moliner».

> ¿Alguien tiene ya esta obra y puede dar una valoración al respecto?
> Saludos a todos
> Eva Estela

Un abrazo.

Pepe (admirador de María Moliner)


pd1: Documental en Filmin sobre María Moliner
https://www.filmin.es/pelicula/maria-moliner-tendiendo-palabras

pd2: Documental en RTVE sobre María Moliner: https://www.rtve.es/play/videos/programas-y-concursos-en-el-archivo-de-rtve/mujeres-para-siglo-maria-moliner-libros/987624/

 


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